UNIDADES PAMPEANAS DEL SECTOR NORTE DE LAS SIERRAS DE CORDOBA

 

UBICACION Y OROGRAFIA:

Se ubica al sur del Lineamiento de Quilino. Consultar mapas en esta web o en http://mapa.ign.gob.ar/. Tambien pueden obtener información de https://www.ign.gob.ar/NuestrasActividades/InformacionGeoespacial/CapasSIG

Abarca tres cordones montañosos de Córdoba: Sierras Chicas, Sierras Grandes y sierras de Pocho – Guasapampa. Se disponen de este a oeste, el borde septentrional de la sierra Chica que incluyen las areas de La Cumbre, Los Cocos, Cerro Uritorco, etc. Hacia el norte aparecen la Sierra del Pajarillo, de la Higuerita, de Ischilin y lomas de Quilino. Incluye las sierras de Copacabana – Masa, el valle de Charbonier y el extremo norte del valle de Punilla, sierra de Cuniputu y cumbre del Perchel.

La sierra de Copacabana tiene una altura máxima de 1426 m.s.n.m. Es la mayor y que corresponde al cerro Uritorco. El cordón de las cumbres del Perchel – Cuniputu tiene una altura media de 1.000 m.s.n.m. y en los valles de Punilla y Charbonier la media se acerca a los 900 m sobre el nivel del mar.

Más al oeste, se encuentra la porción septentrional de las Sierras Grandes de Córdoba y del sistema Pocho – Guasapampa. Aquí las mayores alturas están en el orden de 1.000 m s.n.m. (sierra de Guasapampa), mientras que las alturas medias se ubican entre los 550 y 750 m sobre el nivel del mar.

La pendiente general del terreno es hacia el norte– noroeste. Se destacan las cuencas de los ríos Guasapampa, Pichanas, Soto, Cruz del Eje y Copacabana. Algunos de estos ríos alimentan los embalses Pichanas y Cruz de Eje. Las aguas terminan infiltrándose en la región de las Salinas Grandes, donde se registra una cota media de 170 m sobre el nivel del mar.

 

AREA NORTE DE LAS SIERRAS DE CORDOBAImagen satelital regional del sector norte de las Sierras de Córdoba. Al norte del lineamiento Quilino-Dean Funes-Villa del Totoral corresponde a otra región geológica

Imagen satelital detallada del sector Los Cocos-La Cumbre-Ascochinga mostrando los afloramientos del Complejo Metamórfico La Falda y la Formación El Manzano.

Imagen satelital detallada del sector Los Cocos-La Cumbre-Ascochinga mostrando los afloramientos del Complejo Metamórfico La Falda y la Formación El Manzano.

 

 

ESTRATIGRAFIA

SECTOR DE JESUS MARÍA (corresponde a la parte oriental del mapa adjunto

ESTRATIGRAFIA DEL PAMPEANO ZONA JESUS MARIA

 

 

CAPILLA DEL MONTE-JESUS MARIA Formación El Manzano 2: Complejo Metamórfico La Falda: 3

1) Formación El Manzano: Gneises pelíticos, mármol, rocas calcosilicáticas y anfibolita.


Distribución areal: La Formación El Manzano constituye una faja de paragneises intercalados con mármol y anfibolita, con un ancho de uno a tres kilómetros; se extiende desde la localidad de El Manzano (la que le da el nombre a la formación, en dirección nornoroeste hasta el cerro Uritorco. Las características de la unidad se encuentran bien expuestas a lo largo de la Ruta Provincial No 66, entre Ascochinga y La Cumbre, la cual provee una transecta casi continua a través de la porción central de la misma.


Antecedentes: La unidad rica en mármol ha sido considerada por los primeros investigadores (Rimann, 1918; Pastore y Methol, 1953) como parte de un basamento metamórfico no diferenciado que, posteriormente, Lyons et al. (1997) lo subdividieron bajo las denominaciones de Formación El Manzano y Complejo Metamórfico La Falda.


Litología y estructura: La litología dominante es el paragneis que se intercala con mármol, rocas calcosilicáticas y anfibolita en menor cantidad. El gneis, derivado de un protolito pelítico, es una roca típicamente bandeada de color gris oscuro, compuesta por cuarzo, feldespato potásico, biotita y sillimanita en menor proporción, con muscovita secundaria. En algunos sectores adquiere un aspecto migmatítico ya que se pueden diferenciar bandas ricas en micas que alternan con leucosomas cuarzofeldespáticos granoblásticos de grano grueso a medio; las bandas definen una foliación gnéisica penetrativa. El mármol y las rocas calcosilicáticas forman resaltos topográficos alargados según el rumbo; se presentan formando bancos de hasta 2 metros de espesor. Son rocas bandeadas, de color blanco, verde, gris o rosado, con texturas granoblásticas de grano grueso a medio.

Los minerales principales son calcita y dolomita, acompañados de cantidades variables de condrodita, escapolita, grosularia, clinozoisita, diópsido, titanita bandeado es marcado por una foliación gnéisica débil a fuerte (protomilonítica), acompañada ocasionalmente por minerales silicatados alineados y, representa probablemente una transposición debida a la deformación pampeana de mediano a alto grado metamórfico.
Es frecuente observar bancos de anfibolita de hasta 10 metros de ancho intercalados con el mármol y las rocas calcosilicáticas. Las anfibolitas tienen una estructura bandeada y son de color verde oscuro; están compuestas esencialmente por hornblenda, plagioclasa, escaso cuarzo y minerales secundarios como epidoto y clorita.

Relaciones estratigráficas: La Formación El Manzano presenta contactos tectónicos con el Complejo Sierra Norte (al este) y con el Complejo La Falda (al oeste). La Tonalita Güiraldes, ordovícica, se yuxtapone tectónicamente, aunque localmente pueden observarse algunos contactos intrusivos. El granito devónico Capilla del Monte intruye la parte norte de la formación con contactos discordantes netos. También la intruyen numerosos diques pegmatíticos de cuarzo y feldespato potásico cuya edad no ha sido determinada. Más al norte, la formación está cubierta por el conglomerado cretácico Los Terrones y depósitos no consolidados cuaternarios.

Edad y correlaciones: La Formación El Manzano puede correlacionarse con otras unidades ricas en mármol que forman fajas similares a lo largo de las sierras de Córdoba tales como la Formación Quilpo (Lyons et al., 1997) y el Complejo Las Lajas ubicado más al sur, en la Sierra de Comechingones. Ellas representarían porciones de una secuencia sedimentaria formada por rocas carbonáticas, pelíticas y máficas de plataforma que se habrían depositado durante el Proterozoico Superior-Cámbrico Inferior, desmembradas y emplazadas por fallamiento probablemente durante la deformación famatiniana ordovícica o bien durante el evento devónico achaliano (Sims et al. 1997).
La equivalente Formación Quilpo fue asignada al Cámbrico Inferior mediante dataciones de circones procedentes de muestras de gneis que dieron una edad U-Pb para el pico metamórfico de 529 ± 8 Ma. (Camacho y Ireland, 1997).

 

3 Formación Sauce Punco
Distribución areal: Los afloramientos de filitas se disponen formando delgados tabiques alargados dentro de la faja de la Sierra de Sauce Puncu. Los afloramientos más importantes se encuentran al oeste del poblado conocido como Santa Cruz, en algunos de ellos se han abierto pequeñas canteras para la obtención de piedra laja. Otros afloramientos de menor magnitud se ubican en los alrededores de San Pedro Norte.


Antecedentes: Las filitas han sido cartografiadas por Methol (1958) junto con otras rocas de mayor grado metamórfico, dentro de la unidad que denominara “esquistos cuarcíticos-
micáceos y cuarcitas”.


Litología y estructura: Son rocas de color verde a rojizo, de grano muy fino y bien foliadas, con una asociación mineral cuarzo, feldespato, muscovita, sericita, clorita, epidoto, circón
y rutilo. Al microscopio se observa una textura granoblástica de grano fino con una marcada foliación dada por bandas de segregación cuarzofeldespáticas de grano más grueso con intercalaciones de bandas micáceas; en ocasiones las bandas interrumpen su paralelismo y se curvan. Son comunes los blastos de cuarzo y la asociación cuarzo + feldespato rodeados por cristales de muscovita que se adaptan a la redondez de los primeros, no definiendo sombras de presión claras. Se observan como accesorios cubos opacos que posiblemente correspondan a minerales de Fe como pirita o magnetita y cristalitos de epidoto, circón y rutilo.
El grado metamórfico alcanzado es facies de esquistos verdes inferior. En una cantera de Santa Cruz es posible observar la estratificación de la roca S0//S1?, marcada por capas
cuarzosas de 1 ó 2 cm alternando con otras micáceas en donde se ha desarrollado una crenulación incipiente S2?. La roca muestra una foliación 300/90 y una lineación mineral 30/15 que es consistente con la deformación milonítica de los granitos que le sirven de caja. En algunos lugares los tabiques filíticos se muestran levemente plegados.


Relaciones estratigráficas: Las filitas forman bandas delgadas de pocos cm de ancho a tabiques alargados, subverticales, de decenas de metros de espesor alojados dentro de los granitos
miloníticos de la faja de deformación de la Sierra de Sauce Puncu. Las filitas y granitos deformados son cortados por intrusiones de granitos equigranulares postmiloníticas, débilmente foliados que son asignados al Ordovícico (Famatinianos).


Edad y correlaciones: Rocas similares han sido descriptas al oeste de San Francisco del Chañar (Lucero Michaut, 1969; Miró, 2000). Las Filitas Sauce Puncu pueden ser correlacionadas con las pizarras, filitas, metapsamitas y metapelitas de la Formación La Cébila de la Sierra de Ambato (González Bonorino, 1951), con metavaques y metapelitas fosilíferas de las Cumbres Calchaquíes, Sierra de la Ovejería y Sierra de Paimán (Durand et al., 1997). Estos últimos interpretan que los sedimentos se habrían depositado en una cuenca oceánica proto-Pacífica desarrollada durante el Proterozoico Superior-Cámbrico Inferior en el margen pasivo de Gondwana, en un ambiente de sedimentación de abanicos submarinos.

 

2: Complejo Metamórfico La Falda:

Paragneises intercalados con ortogneises, escasos mármoles y rocas calcosilicáticas.

Distribución areal: El Complejo Metamórfico La Falda yace a lo largo de la Sierra Chica de Córdoba, al oeste de la unidad metamórfica rica en carbonato denominada Formación El Manzano (Lyons et al., 1997). Yace a lo largo de la cumbre del Perchel, sierra de Cuniputo y sierras de San Marcos, entre dos grandes unidades metamórficas ricas en carbonato, limitadas por fallas, las denominadas Formación El Manzano (Lyons et al., 1997) en la Sierra Chica, y la Formación Quilpo.


Antecedentes: Esta unidad ha sido interpretada por los primeros investigadores (Rimann, 1918; Pastore y Methol, 1953) como parte de un basamento metamórfico no diferenciado, posteriormente Lyons et al. (1997) lo subdividieron bajo las denominaciones de Formación El Manzano y Complejo Metamórfico La Falda.


Litología y estructura : El complejo está constituido en su mayor parte por paragneises con intercalaciones de ortogneis tonalítico, en porcentajes estimados 80 – 20 % respectivamente; los gneises están acompañados por muy escasos bancos de mármol y rocas calcosilicáticas; más raramente afloran anfibolitas con boudinage, representando probablemente diques de rocas máficas metamorfizados.
El paragneis es una roca bandeada color gris, compuesta por cuarzo, plagioclasa, biotita, granate, sillimanita y muscovita. El contenido de feldespato varía entre10% y 20%, predominando la plagioclasa sobre el feldespato potásico. La muscovita es secundaria. La textura es típicamente gnéisica y en lugares migmatítica, con bandas leucosomáticas de cuarzo y feldespato. La mineralogía y textura sugieren un origen sedimentario pelítico. Muy escasos bancos de mármol y rocas calcosilicáticas se intercalan con el paragneis; su composición mineral es: calcita-dolomita recristalizada junto a grosularia, cuarzo y epidoto. El ortogneis tonalítico biotítico (Formación San Marcos) es una roca gris, equigranular, de grano medio, con foliación débil; forma lentes que varían entre menos de un metro a varios metros de ancho. La roca posee contenidos de cuarzo uniformemente altos (40% -45%) con alguna variación en las proporciones del contenido de feldespato; la muscovita presente es secundaria y el circón es la única fase accesoria. Localmente, su composición es monzogranítica.
En lugares, el ortogneis trunca la fábrica metamórfica principal y además encierra enclaves rotados de paragneis pelítico. Tanto el gneis pelítico como el ortogneis están plegados isoclinalmente por F2 con el ortogneis extendido dentro del plano de foliación S2. Las hojas de biotita dentro del ortogneis se disponen en conformidad con las foliaciones S1 y S2 del gneis pelítico.

Estas relaciones indican que el ortogneis intruyó originalmente al gneis pelítico muy cerca de la deformación Pampeana del Cámbrico Inferior (D1) y antes que la deformación Famatiniana del Ordovícico Inferior (D2).


Relaciones estratigráficas: Varios plutones y pequeños cuerpos graníticos intruyen el Complejo Metamórfico La Falda, entre los que se destaca el granito devónico de Capilla del Monte.
También la unidad es intruida por diques aplíticos y pegmatíticos (muscovita-cuarzo-feldespato potásico) de hasta 10 metros de ancho. La unidad es cubierta por depósitos cretácicos remanentes de la Formación Los Terrones y sedimentos clásticos cuaternarios, de grano grueso e inconsolidados.


Edad y correlaciones: El Complejo Metamórfico La Falda se distingue de la Formación El Manzano y Quilpo por la presencia de tonalita y menores proporciones de rocas carbonáticas, pero comparten la misma historia metamórfica y estructural. Dataciones realizadas sobre bordes de circones detríticos y sobre crecimientos de monacita indican que las rocas de estos complejos metamórficos sufrieron metamorfismo de alto grado y deformación en un lapso de 540-520 Ma (Sims et al., 1998)

4) Formación La Lidia: No se describe ya que corresponde a la Sierra Norte de Córdoba y Santiago del Estero

 

 

 

 

 

5, 6, 7 y 8 Complejo Igneo Sierra Norte

Granodioritas y monzogranitos. Granitoides milonitizados y protomilonitas. Tabiques y xenolitos de paragneis, ortogneis y rocas metabásicas.

Antecedentes: El complejo ígneo fue cartografiado por los primeros investigadores (Rimann, 1918, Pastore, 1932, Pastore y Methol, 1953; Methol, 1958), diferenciando rocas graníticas, metamorfitas y algunas zonas milonitizadas. Lucero Michaut (1986) y Pérez et al.(1996) reconocieron que muchos de los gneises fueron originalmente rocas graníticas intrusivas, separándolas de los paragneises y mármoles. Posteriormente, Lira et al. (1997) definen al Batolito de Sierra Norte de Córdoba-Ambargasta como producto de una actividad magmática calcoalcalina metaluminosa a débilmente peraluminosa, generadora de granitos tipo I, característicos de los ambientes de arcos precolisionales relacionados a márgenes continentales activos. Sin embargo, Stuart-Smith et al. (1997) y Sims et al. (1998) concluyeron que los granitos calcoalcalinos tipo I, de la Sierra Norte de Córdoba, representan el estadio final de la Orogenia Pampeana y estarían relacionados a una extensión postcolisional y fusión de granitos tipo I más antiguos. Como trabajos locales se destacan los de Mazzieri y Baldo (1994), Gordillo et al. (1997) y Kirschbaum et al. (1997).


Distribución areal: El Complejo Igneo Sierra Norte se ubica al este y norte de la estructura Pajarillo-Carapé (en contacto con la Formación El Manzano). Sus afloramientos de dimensiones batolíticas ocupan la parte norte de la Sierra Chica de Córdoba, sierras de La Higuerita, Ischilín, Macha, Orcosuni, Sauce Puncu y San Pedro Norte. Los afloramientos más extensos de las metamorfitas se encuentran en las áreas de El Sauce- Colonia Hogar, Todos Los Santos-Cañadón Largo, Ischilín-Ongamira y en una franja entre Guayascate y Simbolar. Sin embargo es común observar tabiques y xenolitos metamórficos, de diversos tamaños a lo largo de todo el complejo. Muchos de los contactos entre las unidades metamórficas (para y ortogneises) e ígneas, en la Sierra de Ischilín, fueron inferidos basándose en la interpretación de patrones magnéticos y espectrométricos de rayos gamma (Stuart-Smith y Skirrow, 1997).

Litología y estructura: Los granitoides diferenciados dentro del complejo son: tonalita-granodiorita y monzogranitos, rocas variablemente foliadas que llegan a constituir protomilonitas y milonitas en las zonas de cizalla. La deformación se manifiesta por rotación de minerales y recristalización de cuarzo y feldespato. Al microscopio, crecimientos mirmequíticos y microaplíticos en los espacios intergranulares siguen los planos de deformacion tales de plagioclasa quebrados en fragmentos, rotados y englobados por feldespato potásico de última generación indicaría la coexistencia de fases cristalinas y fluidas en el momento del tectonismo (Prieri, 1996). En diferentes afloramientos se han observado indicadores cinemáticos, como lineaciones de estiramiento y rotación de minerales, que responden a movimientos inversos. Estas observaciones son consistentes con un emplazamiento plutónico bajo un régimen de deformación compresiva, que podría explicarse por la generación de cavidades entre zonas de cizalla según el modelo de“intrusión de magma en zonas de cizalla” (magma filling in shear zones) descripto por Pitcher (1993). Numerosos pero pequeños cuerpos de paragneis, ortogneis de composición granítico-tonalítico y rocas metabásicas forman tabiques o xenolitos dentro de las fases granitoides mostrando contactos paralelos a las fábricas magmáticas y metamórficas diferenciadas.

5 Paragneis, ortogneis y rocas metabásicas
Paragneises con intercalaciones de ortogneises constituyen las rocas más antiguas del complejo. Forman tabiques entre o enclaves dentro de las fases granitoides intrusivas. El Paragneis contiene típicamente cerca de 50% de feldespato y 30% a 40% de cuarzo, biotita, escaso granate y circón detrítico redondeado. La fábrica es gnéisica con un pronunciado bandeado composicional marcado por la alternancia de leucosomas de feldespato y cuarzo poligonal, granoblásticos de grano grueso a fino y bandas ricas en mica. La roca muestra un plegamiento apretado. Dentro de estos paquetes metamórficos, se han observado entre Villa Albertina e Ischilín, escasos y pequeños bancos de mármol con diópsido, granate y epidoto, que han sido explotados en pequeña escala.
El ortogneis forma capas concordantes dentro del paragneis, con espesores variables entre unos pocos metros a decenas de metros. En el área de El Sauce y de Todos Los Santos, está compuesto por un 60% de albita subhedral de grano grueso, cuarzo y escaso feldespato potásico. La biotita alineada, junto con escasa muscovita intercrecida, forma agregados decusados que definen la foliación gnéisica. Son accesorios comunes: titanita, apatita, allanita y magnetita.
Escasa hornblenda aparece en lugares. Posee una muy débil alteración sericítica y hematítica con escasa alteración epidoto y clorita (Stuart-Smith y Skirrow, 1997). La susceptibilidad magnética es altamente variable. En la vecindad de El Sauce, el gneis contiene muchos enclaves de anfibolita y se han preservado los intrincados contactos discordantes originales. Menos comúnmente se presenta también una variedad rosada de composición granítica biotítica, cuyos afloramientos separan
los paquetes para-ortognéisicos de los granitoides cámbricos (Stuart-Smith y Skirrow, 1997).

En el área de Guayascate, el ortogneis granítico es equigranular de grano medio con una foliación gnéisica penetrativa definida por los schlieren biotíticos y recristalización del feldespato producida por cizalla pura. La foliación es afectada por un evento deformativo posterior que produjo crenulación y boudinage de venas pegmatíticas tempranas.

6 Enclaves de metagabro, metadiorita y metadiorita cuarcífera equigranulares, de color gris verdoso oscuro y granulometría media a gruesa, son muy comunes dentro de las fases granitoides metaluminosas del Complejo Igneo Sierra Norte, en particular dentro de las granodioritas.

Uno de los mayores cuerpos, de 1 km de ancho, aflora en El Sauce, donde están expuestos los contactos intrusivos con el ortogneis granítico que los encaja. Otros afloramientos se localizan a mitad de camino entre Todos Los Santos y Ongamira, o en el camino entre Ischilín y Va. Albertina y, más al norte, en el paraje La Cañada, al oeste de La Toma.

Estas rocas metabásicas son altamente magnéticas (susceptibilidades magnéticas >500 x10-5SI). Las metadioritas están compuestas esencialmente por plagioclasa subhedral, hornblenda, biotita y pequeñas cantidades de cuarzo, magnetita y trazas de apatita y pirita. En el metagabro se observan texturas ofíticas, reemplazos de clinopiroxeno y ortopiroxeno por hornblenda y uralita. Los enclaves y xenolitos presentan un bandeado composicional. Es común observar una alteración a epidoto, clorita y sericita, particularmente cerca de los contactos con las rocas encajantes.

7 Granodioritas hornblenda biotítica maciza a foliada
Esta fase ocupa principalmente la porción occidental del batolito. La roca es de color gris claro a gris verdoso y posee una textura equigranular de grano medio. La composición mineral es: plagioclasa (andesina), cuarzo, biotita-hornblenda, feldespato potásico (pertítico e intersticial); como accesorios contiene apatita, magnetita, ilmenita, circón, titanita, allanita y pirita. Se observó epidoto, sericita y carbonato como productos de alteración de la plagioclasa, y una cloritización marginal de la biotita. La hematita está presente en la fracturas más recientes. La roca está parcialmente recristalizada y es posible observar un débil paralelismo de los minerales según planos subverticales con orientación submeridional; enclaves máficos (diorita y anfibolita ) y schlierens de biotita-hornblenda se orientan siguiendo la foliación. Es característica su alta susceptibilidad magnética, por lo general mayor a 400x10-5 SI.

8 Monzogranito porfírico biotítico
Es una roca de color gris a gris rosado, textura granular de grano medio a grueso con efectos sobreimpuestos de recristalización y cataclasis. Mineralógicamente está compuesta por cuarzo, feldespato potásico, plagioclasa, biotita y hornblenda; también presenta opacos, allanita, titanita, apatita y circón.
Como secundarios aparece hematita, arcilla, sericita, muscovita, clorita, epidoto y anatasa. El cuarzo forma mosaicos de granos suturados alargados, con extinción ondulosa. La plagioclasa (oligoclasa) es tabular a anhedral y zonada. El feldespato potásico en mayor proporción forma grandes cristales anhedrales que engloban otros componentes y es poiquilítico (con inclusiones de biotita, plagioclasa). La biotita se orienta en forma sinuosa según el plano de foliación junto con apatita y opacos. La muscovita es escasa y crece a expensas de la biotita. La Magnetita intercrecida con ilmenita se presenta incluida en biotita y feldespato.
El monzogranito presenta variedades texturales desde porfírico (con fenocristales de feldespato potásico que en algunos casos superan los 10 cm), equigranular a seriado e inclusive cataclástico donde la roca muestra una marcada foliación . Los xenolitos de rocas metamórficas y enclaves máficos son característicos, muchas veces se encuentran aplastados y orientados según el plano de foliación. La susceptibilidad magnética es relativamente menor que la de las tonalita-granodioritas y por lo general no supera los 300x10-5 SI. Buenas exposiciones de estas rocas se pueden observar en las canteras de Dean Funes.

Relaciones estratigráficas: Se infiere que el contacto del Complejo Igneo Sierra Norte con los complejos metamórficos del oeste (complejos La Falda y Cruz del Eje) seguiría el corrimiento Copacabana-Pajarillo (Candiani, 1998), continuando hacia el sur por la denominada Falla Carapé,ésta última cabalga hacia el oeste sobre la Formación El Manzano (Lyons y Stuart-Smith, 1997).
Las unidades de para y ortogneis son intruidas por los granitoides de Sierra Norte, definiendo contactos en su mayoría concordantes con las fábricas metamórficas diferenciadas; los intrusivos muestran foliaciones variablemente desarrolladas indicando un emplazamiento sintectónico tardío, con respecto a las fábricas S1 en los paragneises. Dentro de los tabiques gnéisicos, cuerpos de anfibolita con boudinage, de menos de 2 m de largo, pueden representar diques máficos tempranamente deformados. El complejo es intruido por granitoides paleozoicos relativamente más jóvenes (ordovícicos y devónicos) y por escasos diques de aplita y lamprófiro indeformados. La unidad es cubierta discordantemente por los sedimentitas cretácicas y por sedimentos no consolidados cenozoicos.


Edad y correlaciones: El Complejo Sierra Norte es una unidad meta-intrusiva del Cámbrico Inferior que comprende rocas de diverso carácter químico y origen, incluyendo enclaves máficos toleíticos, sedimentitas psamo-pelíticas y granitos metaluminosos. Se le asigna una edad cámbrica superior en base a las dataciones de monzogranito (Ojo de Agua-Sumampa) que dieron 515 ±4 Ma (análisis SHRIMP U-Pb s/circón, AGSO inédito) y de monzogranito porfírico de la Sierra de Ischilín de 530 Ma (U/Pb s/circón, Gromet P., inédito).
Las edades son consistentes con 512 Ma a 520 Ma correspondientes a granitos tipo-S (Rapela et al., 1995; Camacho e Ireland, 1997) cerca de Villa de Soto y de alrededor de 530 Ma para el pico de metamorfismo M1 en las Sierras de Córdoba (Camacho e Ireland, 1997).
Los plutones calcoalcalinos tipo-I y las rocas metasedimentarias con granitos tipo-S asociados son interpretados respectivamente como un arco magmático cámbrico y un complejo sedimentario acrecionado que se habrían desarrollado a lo largo del margen oeste de Gondwana, en vinculación con una zona de subducción buzante al este, que representarían la continuación del orógeno Ross-Delamerian de Antártida y Australia (Northrup et al., 1998). Esta deformación, metamorfismo y magmatismo definen la Orogenia Pampeana (Sims et al., 1998).

 

 

 

ESTRATIGRAFIA

SECTOR DE CRUZ DEL EJE (sector occidental del mapa)

CAMBRICO INFERIOR:

9) FORMACION QUILPO, 10) COMPLEJO METAMORFICO CRUZ DEL EJE, 2: COMPLEJO METAMÓRFICO LA FALDA: SE TRATA DE LA MISMA UNIDAD QUE EN EL SECTOR DE JESUS MARIA. VER DESCRIPCION ARRIBA, 11) COMPLEJO METAMÓRFICO PICHANAS Y GRANITOS TIPO S ASOCIADOS, 12) COMPLEJO IGNEO ASCOCHINGA

 

CAPILLA DEL MONTE-JESUS MARIA Formación El Manzano 2: Complejo Metamórfico La Falda: 3

9) Formación Quilpo
Mármoles, rocas calcosilicáticas y anfibolitas, paragneises, escasas cuarcitas micáceas

Distribución areal: Los principales afloramientos de la unidad se presentan entre las fallas de la sierra de Cuniputo y la del río Simbolar, al sur del embalse Cruz del Eje. Las unidades mapeables de mármol se concentran en los alrededores de las canteras de Quilpo y La Fronda, sin embargo asomos menores se hallan también en los Complejos Metamórficos Cruz del Eje y Pichanas.

Litología y estructura: Se incluye bajo esta denominación (Lyons et al., 1997) a una faja de rocas metasedimentarias ricas en carbonato limitada por fallas. La faja está formada por mármoles, rocas calcosilicáticas y anfibolitas (generalmente asociadas), junto con esquistos, gneises y cuarcitas micáceas en menor cantidad. El mármol es bandeado y de granulometría variable, con coloraciones rosadas, blancas y grises. Por su composición se los clasifica como mármoles cálcicos a cálcico dolomíticos.
Al microscopio se observa una textura granoblástica poligonal y de mortero constituida principalmente por calcita, cuarzo, plagioclasa, flogopita, titanita, diópsido, tremolita, clinocloro, talco y minerales accesorios como apatita, grafito y rutilo. Los efectos metasomáticos de rocas graníticas (l.s.) sobre bancos de mármol y rocas calcosilicáticas son comunes. La leucotonalita de La Fronda ha producido skarns de alta temperatura, con paragénesis de granate, wollastonita, diópsido, vesubiana, calcita (Caffe, 1993).

El Granito de Capilla del Monte junto con otros numerosos stocks graníticos devónicos son responsables de la formación de skarns scheelíticos en la mina El Zinqui (Kleine – Hering, 1986; Skirrow, 1997); el fenómeno se repite más al sur, en las
proximidades de la Falda, fuera de la Hoja, donde los skarns se manifiestan en las canteras San Antonio y San José (Arcidiácono et al., 1968).


Relaciones estratigráficas La Formación Quilpo suprayace tectónicamente al Complejo Metamórfico Cruz del Eje, el contacto con el Complejo Metamórfico La Falda es concordante (Lyons et al., 1997). Estas unidades están intruidas en forma transicional y concordantemente por granitoides del Complejo Metamórfico La Falda y la parte central por la Tonalita La Fronda.


Edad y correlaciones: Circones procedentes de muestras de gneis tomadas en el borde este de la formación dieron una edad U/Pb para el pico metamórfico de alrededor de 529 ± 8 Ma (Camacho y Ireland, 1997). Las rocas de la Formación Quilpo forman parte del Complejo Sierra de Cuniputo (Massabie, 1982).

Otras fajas similares de secuencias ricas en mármol, limitadas por fallas, ocurren a lo largo de las sierras de Córdoba: la Formación Quilpo se correlaciona con el Grupo Iggam (Demange et al., 1993), con la Formación El Manzano (Lyons et al., 1997) y, más al sur, en las sierras de Comechingones, con el Complejo Las Lajas (Sims et al., 1997).

Estas unidades pueden representar secuencias desmembradas de paquetes sedimentarios (continuos o separados) carbonáticos de plataforma, pelíticos y posiblemente rocas máficas, depositados durante el Cámbrico inferior. La Formación El Manzano se habría emplazado por fallamiento durante el evento deformacional Famatiniano del Ordovícico o bien durante el Achaliano (Devónico).

 

10 ) Complejo Metamórfico Cruz del Eje
Paragneis (con cuarzo ± feldespato ± biotita ± granate), migmatita, mármol, anfibolita; cuarcita granatífera.

Distribución areal: El Complejo Metamórfico Cruz del Eje (Lyons et al., 1997) junto con la Formación Quilpo, ocupa la región entre el río Candelaria y el río Pintos, al oeste de la Sierra de Totoralejo.

Litología y estructura: Está compuesto principalmente por un gneis cuarzo±feldespato±biotita±granate, con migmatitas desarrolladas localmente y, en menor cantidad, rocas carbonáticas y anfibolitas. Las porciones del complejo ricas en mármol, rocas calcosilicáticas y
anfibolita posiblemente representan equivalentes de la Formación Quilpo. Los gneises y migmatitas están formados de cuarzo (30% – 70%), plagioclasa (10% a 40%), feldespato potásico (<25%), biotita (<10%) y hasta un 5% de granate. Presentan escasa cordierita y clorita retrógrada a partir de biotita. Los minerales accesorios comunes son: circón, apatita, titanita, epidoto, sericita, hematita y carbonato. La sillimanita (y moscovita retrógrada) puede estar presente donde el gneis se intercala con mármol. Cuarcitas granatíferas similares a las unidades metapsamíticas del Complejo Metamórfico Pichanas, afloran cerca del embalse Cruz del Eje y de las canteras Quilpo, están deformadas como domos y cuencas ovoidales de bordes abruptos y longitud kilométrica.

Relaciones estratigráficas: Mineralógica y geoquímicamente, el gneis es similar al del Complejo Metamórfico Pichanas, pero tiene contenidos más bajos en mica y feldespato potásico, una respuesta relativamente mayor en espectrometría de rayos gamma de los valores de torio y muestra anomalías magnéticas más intensas. Las cuarcitas granatíferas son similares a las unidades metapsamíticas del Complejo Metamórfico Pichanas.


Edad y correlaciones: No hay determinaciones de edad isotópica para la unidad. Sin embargo, se la atribuye al Cámbrico inferior ya que la unidad comparte la misma historia deformacional y metamórfica de la Formación Quilpo.

11) Complejo Metamórfico Pichanas y Granitos tipo S asociados
Paragneis, cuarcita, esquisto, migmatita, granito tipo – S, roca cordierítica, escasos mármol y anfibolita.

Distribución areal: El Complejo Metamórfico Pichanas (Lyons et al., 1997) es la unidad más extensa de la región, aflora sobre una amplio territorio entre el río de Soto y la sierra de Guasapampa. Su nombre deriva del río Pichanas. Gordillo (1984) incluyó muchas de las rocas de este complejo en el denominado Macizo Migmático de San Carlos.

Litología y estructura: Está compuesto principalmente por paragneis y migmatitas con granate y cordierita, con escasas unidades de mármol y anfibolita. En ciertos lugares, una fusión local de la roca, como resultado del metamorfismo de alta temperatura, produjo una serie de cuerpos de granito tipo – S, siendo el más conocido el cuerpo El Pilón. El complejo es dividido en ocho unidades, las que son descriptas a continuación:

Gneis Pichanas y Gneis Tosno
Se trata de paragneises metapelíticos con mármol y anfibolita (ambos escasos) que forman las litologías dominantes del complejo; en algunos lugares gradan a migmatitas. Contienen asociaciones de medio a alto grado de cuarzo (25% a 40%), feldespato potásico (25% a 35%), biotita (10% a 30%), plagioclasa (5% a 10%), moscovita (5% a 10%) y menores cantidades de granate, cordierita y sillimanita.

Efectos de retrogradación son evidentes por el reemplazo de sillimanita y feldespato potásico por moscovita, y el de cordierita y granate por clorita. Las rocas son identificadas por sus proporciones relativas en cordierita y granate; la cordierita es más abundante que el granate en Gneis Pichanas y el granate es más abundante que la cordierita en el Gneis Tosno; sin embargo, el límite entre las dos es gradacional. Esto puede ser un reflejo de diferencias composicionales o cambios de facies en la pila sedimentaria original. Sobre las imágenes radimétricas puede realizarse una distinción grosera ya que la unidad granatífera refleja cuentas más altas en uranio y torio.

Formación Tuclame
La unidad conocida como Formación Tuclame (Lucero Michaut y Olsacher, 1981) aflora extensivamente al sur de Paso Viejo y, como una delgada faja de 1 a 2 km de ancho con orientación noroeste, que se extiende desde el oeste del río Pichanas hasta el valle de Tasa Cuna. Comprende una secuencia no magnética (susceptibilidad magnética < 20 x 10 – 5 SI) de gneises metapsamíticos ricos en cuarzo y gneises pelíticos en menor cantidad, los que son típicamente bandeados a escala centimétrica. El bandeado consiste en capas alternantes cuarzo feldespáticas con otras finas ricas en mica. Los principales constituyentes minerales son cuarzo (40% a 70%), biotita (15% a 39%), moscovita (5% a 25%), plagioclasa (10% a 25%), feldespato potásico (<30%) y sillimanita (<10%) retrogradada a moscovita. Las fases accesorias incluyen turmalina, apatita, rutilo y circón. La presencia de lentes migmatíticos, derivados de la fusión parcial de unidades pelíticas dentro de la pila sedimentaria original, indica el alto grado metamórfico alcanzado.

La unidad preserva la compleja historia de deformación progresiva Pampeana, involucrando hasta tres eventos de plegamiento, los que no son aparentes en los gneises y migmatitas de las otras unidades. En algunos lugares, el bandeado es claramente un clivaje de crenulación diferenciado y en las partes de bajo grado puede también representar la estratificación original. A pesar de la complejidad estructural, la Formación Tuclame parece ser concordante con el paragneis cordierítico dominante, excepto el lado nordeste de la faja donde se separara del anterior por una zona milonítica – cataclástica denominada Dos Pozos (Sureda, 1978).

La zona tiene unos 100 m de ancho y es subvertical. Indicadores cinemáticos muestran un movimiento del bloque nordeste hacia arriba, pero no se ha podido establecer si éste es el único movimiento sobre la falla. La falla no afecta las vetas polimetálicas del Devónico inferior y medio que la atraviesan. Es similar a las rocas cuarcíticas del Complejo Cruz del Eje y a las del Complejo Conlara en la provincia de San Luis y al Complejo Metamórfico Olta en la provincia de La Rioja (Sims et al., 1997 y Pieters y Lyons, 1997)

Gneis Totora Huasi
Es un gneis cuarzo + feldespato potásico + biotita + plagioclasa ± clorita ± sillimanita ± cordierita que aflora en una pequeña área entre el lado nordeste de la Granodiorita Charquina hasta unos 3 km al norte de Aguas de Ramón. Debido a la falta de accesos a través de la unidad, ésta es relativamente desconocida pero puede distinguirse por los contenidos de biotita más elevados comparados con los gneises cordieríticos y granatíferos del este, y zonas de composición granodiorítica que pueden ser interpretadas como ortogneis. El Gneis Totora Huasi tiene una firma radimétrica distintiva con respuestas elevadas elevadas en K y Th con respecto a las unidades adyacentes, las que pueden ser debidas a la concentración de pegmatitas o la presencia de metasomatismo relacionado a la aparente milonitización de su margen oeste, donde los indicadores cinemáticos marcan un movimiento del bloque este sobre el oeste, con una componente de desplazamiento izquierdo. La foliación gnésica regional es en general norte– sur pero localmente, a un kilómetro al norte de Aguas de Ramón, tiene un rumbo este – oeste.

Esquisto Piedrita Blanca
El esquisto cuarzo + moscovita + biotita ± feldespato potásico ± cordierita ± granate aflora en la parte más septentrional de la sierra de Guasapampa y como exposiciones pequeñas y esporádicas al oeste de la escarpa de la sierra. El esquisto fue mapeado previamente como un gneis tonalítico (Lucero Michaut y Olsacher, 1981).

El contacto indistinguible con el gneis del sur puede representar un leve cambio del grado metamórfico o una variación en la composición original. La asociación mineral es característica de esquistos pelíticos de grado medio, y tiene un contenido de moscovita de cerca del 30%. La esquistosidad, con pliegues intrafoliales comunes es subhorizontal a moderadamente buzante al este. Un clivaje de crenulación con buzamiento moderado a fuerte al naciente, se desarrolla en algunos lugares y se acentúa en el este, cerca del río Guasapampa donde se torna más penetrativo con el correspondiente incremento en el grado metamórfico.

Granitos tipo–S
Cuerpos de granito tipo – S asociados con metamorfismo de alto grado del Cámbrico inferior ocurren dentro del Complejo Metamórfico Pichanas. El mejor conocido de éstos, y su cordierita cogenética, ha sido llamado previamente Granito El Pilón (Sesana, 1978) o Formación El Pilón (Lucero Michaut y Olsacher, 1981) y su distribución fue registrada por primera vez sobre una pequeña área entre La Represa de Morales y Los Simbolitos (12 km al sur de Villa de Soto). Sin embargo, aquí muestra ser el cuerpo principal de una faja discontinua de alrededor de 20 km que aflora como pequeños cerros y “caparazones de tortuga” entre Los Simbolitos y el embalse Pichanas. En la zona se reconoce un granito porfiroide, con feldespato potásico, un leucogranito equigranular y enclaves de roca cordieritica – biotítica o cordieritita. Contactos concordantes y discordantes con las metapelitas circundantes, y numerosos enclaves de las mismas, proveen evidencia de campo de que esos cuerpos graníticos son voluminosas acumulaciones de productos de fusión parcial generados durante un metamorfismo de alta temperatura de pelitas. El mayor cuerpo contiene una cantidad relativamente menor de restita cordierítica. Análisis isotópicos Rb/Sr y Sm/Nd indican que las tres unidades mencionadas son productos cogenéticos de ultrametamorfismo (Rapela et al., 1995).

Granito El Pilón
La unidad dominante es un granito con feldespato potásico y biotita, porfiroide a megaporfíroide con menores cantidades de moscovita, sillimanita, clorita (a partir de biotita), cordierita y cantidades traza de plagioclasa y circón. Las tablas de feldespato potásico muestran a menudo un alineamiento de flujo local, y constituyen cerca del 40% a 45% del granito. El contenido de biotita es de 15% a 20%. La respuesta radimétrica es alta con un contaje total de 90 cps a 95 cps, y potasio de unos 6,5 cps lo cual da una respuesta claramente identificable en las imágenes radimétricas. La susceptibilidad magnética es baja, generalmente alrededor de 10 x10 – 5SI.


Granito Casas Blancas
La denominación se debe a Sesana (1978). Forma un cuerpo pequeño que aflora sobre un área de 3 km2, donde se explota como piedra ornamental en la cantera Santa Clara. Ésta corresponde al leucomonzogranito de Rapela et al. (1995). El mapeo y la radimetría muestran que el granito ocupa el centro de un cuerpo más grande de granito porfírico (Granito El Pilón). Rapela et al. (1995) consideraron que éste representa el producto de fusión de la reacción que dio lugar a la roca cordierítica.

El leucogranito tiene una textura equigranular de grano grueso a medio, color rosa pálido a rosa amarronado, compuesto principalmente de feldespato potásico, cuarzo, hasta un 5% de biotita, clorita parcialmente alterada y hasta un 5% de plagioclasa. La sillimanita alcanza 2% y a menudo se presenta como rebordes alrededor de los granos de feldespato potásico. Los granos de feldespato potásico suelen tener texturas mirmequíticas y algunas veces forman fenocristales de hasta 2 cm de largo. La moscovita forma hasta el 1% de la roca. Escaso granate ha sido observado en las muestras de mano. Rapela et al. (1995) indicaron la presencia de cordierita en concentraciones mayores en lugares cercanos a las rocas cordieríticas de Orcoyana y de cerro Negro. Hay cantidades traza de magnetita (o ilmenita), circón y también monacita. Esta unidad es geoquímicamente similar a la fase porfírica, pero tiene contenidos levemente mayores de SiO2 y K2O y significativamente menores de Fe total, MgO, CaO, Ba, Sr, Th, Zr, Cr y Ni (Lyons et al., 1997). La susceptibilidad magnética es baja, alrededor de 10x10– 5 SI, y el contaje total (70 cps) y la respuesta en potasio (6 cps) son lo suficientemente más altos que el background para dar una respuesta identificable en las imágenes radimétricas.

Cordieritita Cerro Negro
La roca cordierítica, denominada Formación Cerro Negro por Lucero Michault y Olsacher (1981) es renombrada en este trabajo como Cordieritita Cerro Negro. Aflora como pequeños cerros cerca del arroyo Orcoyana y en el cerro Negro donde es explotada en las canteras Tamain y Cerro Negro. Está confinada por el leucogranito Casas Blancas. Los afloramientos individuales son ovoides de unos 150 m de largo por 10 m de ancho y son descriptos por Gordillo (1974, 1979), Schreyer et al. (1979) y Rapela et al. (1995). La cordieritita aparece tanto en la variedad masiva como en la orbicular y contiene pequeños enclaves provenientes del paragneis regional (foto 7). Se la interpreta como un producto residual de metamorfismo de pelitas. La forma masiva es un gneis gris azulado que al interperizarse adquiere un color marrón amarillento característico; es una roca generalmente granoblástica de grano grueso. La variedad orbicular contiene orbículas ovoides de hasta 20 cm de largo con bordes ricos en cordierita y núcleos ricos en biotita y sillimanita (foto 8). Los espacios entre las orbículas son llenados por cuarzo, feldespato potásico y plagioclasa. En general, la cordierita constituye cerca del 70% a 80% de la roca. También posee biotita (5% – 35%), cuarzo (5% – 10%), sillimanita (3% – 10%) y plagioclasa (1% – 5%), y cantidades menores de moscovita, feldespato potásico y apatita. La biotita está parcialmente alterada clorita.
Análisis geoquímicos realizados sobre cuatro muestras (Gordillo (1974) dan un contenido medio de SiO2, Al2O3, FeO y MgO de 49%, 30%, 7% y 8% respectivamente. Las respuestas radimétricas y magnéticas son débiles.

Los contactos entre cordieritita y leucogranito son netos o fallados con ocasionales tabiques de paragneis biotítico. Los contactos fallados son cataclásticos y tienen material derivado de la roca cordierítica biotítica y el leucogranito, albergando escasa mineralización de cobre. Rapela et al. (1995) sugirieron que la roca con cordierita – biotita es el producto sólido de la fusión parcial a baja presión de pelitas según la reacción: biotita + sillimanita + plagioclasa + cuarzo → cordierita + feldespato potásico + fundido. El excedente de biotita y sillimanita que ocupa el núcleo de la variedad orbicular, puede ser debido, en primer lugar, al exceso de estos minerales o bien a que el fundido que ocupaba los espacios interorbiculares, incapaz de moverse, inhibió que la reacción llegara a completarse.

Granito Rumi Huasi
Pequeños cuerpos de granito, no individualizados en el mapa, han sido reconocidos en el campo e interpretados con fotografías aéreas e imágenes radimétricas.
Ocupan una amplia faja de rumbo NO – SE desde Tosno hasta La Higuera y forman “islas” en los alrededores del cuerpo principal El Pilón. La evidencia limitada de campo sugiere que ellos son porfíricos a equigranulares, variando en composición desde granito a granodiorita. Contienen numerosos enclaves de esquisto y gneis derivados de metapelitas y típicamente forman cuerpos intrusivos elongados o equidimensionales, concordantes a subconcordantes con la fábrica regional de las rocas metamórficas encajantes. Se han originado, probablemente, como producto derivado de la fusión de metasedimentos durante el metamorfismo regional de alta temperatura.

Relaciones estratigráficas: El Complejo Metamórfico Pichanas comparte con el Complejo Cruz del Eje la misma historia deformacional y metamórfica. Una determinación de edad Th/Pb en monacita dio 526±11 Ma para el pico metamórfico en facies anfibolita (Camacho e Ireland, 1997). Es intruido por los granitos ordovícicos y devónicos: Charquina, Esmeralda y Serrezuela.

Edad y correlaciones: Se interpreta una edad cámbrica inferior (530 Ma) para el pico metamórfico regional del área. Sin bien los datos de U/Pb en circones (Camacho e Ireland, 1997) son aproximados debido a algunas pérdidas de Pb (que pueden ser debidas al evento Ordovícico Famatiniano), hay una amplia coincidencia con las edades Rb/Sr obtenidas por Rapela et al. (1995).
El cuerpo principal del Granito El Pilón, el cual tiene relaciones de campo similares a las de los cuerpos no diferenciados, cristalizó cerca de los 520 Ma (Rapela et al., 1996). Estas edades son consistentes con un origen anatéctico de los productos de fusión (Fitzsimmons et al., 1996).

12 Complejo Igneo Ascochinga
Tonalita con hornblenda y biotita. Granito porfírico biotítico. Granito biotítico equigranular. Paragneis, ortogneis y rocas metabásicas

Antecedentes: El complejo fue mapeado como basamento cristalino por los primeros investigadores, diferenciando rocas graníticas con algunos tabiques gnéisicos y zonas milonitizadas (Pastore y Methol, 1953; Methol, 1958).

Distribución areal: Las rocas graníticas y metamórficas del complejo afloran al nordeste del río Copacabana, a lo largo de la sierra de Las Higueritas y en Los Cerrillos (al norte de Quilino), ocupando una delgada porción del extremo este de la Hoja. Se considera que son una parte del Complejo Ígneo Ascochinga (Lyons et al., 1997) aflorante en las Sierras Chicas y Sierra Norte de Córdoba.


Litología y estructura: Las unidades granitoides diferenciadas dentro del complejo corresponden a: tonalita hornbléndico biotítica, granito porfírico biotítico foliado y granito biotítico equigranular. Estos granitoides muestran foliaciones de desarrollo variable e intruyen cuerpos menores de para – ortogneises y rocas metabásicas, con contactos mayormente concordantes con las fábricas metamórficas diferenciadas. El complejo es intruido por escasos diques de aplitas y pórfiros graníticos, indeformados, de rumbos E – SE y N – NE.

Tonalita hornbléndico biotítica, más o menos foliada
Puede observarse en los afloramientos ubicados al este de Jaime Peters, sobre la ruta provincial 16, o en sus inmediaciones hacia el norte por el acceso a la estancia La Rita, o bien hacia el sur, en el paraje denominado Los Plumerillos. Su textura es equigranular de grano medio a grueso, color gris a gris verdoso, formada por plagioclasa, cuarzo y hornblenda y biotita en proporciones casi iguales. Los minerales accesorios frecuentes son: apatita y magnetita incluidos en mafitos, titanita, y escaso circón. La roca posee signos de deformación y recristalización parcial de cuarzo y biotita. Es posible notar un débil paralelismo de los minerales según un plano subvertical con orientación N – S; enclaves máficos (dioríticos) y schlieren con biotita – hornblenda se orientan siguiendo la foliación. Es característica su alta susceptibilidad magnética, por lo general mayor a 400x10 – 5 SI. La roca está alterada a epidoto, sericita y carbonato en la plagioclasa, y una cloritización marginal de la biotita. La hematita se halla en la fracturas más recientes.

Granito porfírico biotítico
Es la roca predominante a lo largo de la sierra de Las Higueritas, presentándose más o menos foliada. Su textura es primaria granular a las que se superpone una deformación de características transicionales dúctil – frágil. El cuarzo forma mosaicos de granos suturados alargados, con extinción ondulosa, dislocación por reptación, rotación y recristalización; la plagioclasa (oligoclasa) tabular a anhedral, se halla zonada, fracturada y con distorsión de maclas; el feldespato potásico en proporción mayor, se encuentra en grandes cristales anhedrales que engloban a otros componentes; la biotita se orienta en forma sinuosa según el plano de deformación . Crecimientos mirmequíticos y microaplíticos en los espacios intergranulares siguen planos de debilidad en las fajas cataclásticas indicando sintectonismo; la identificación de un cristal de plagioclasa quebrado en fragmentos, rotado y englobado por feldespato potásico de última generación indicaría la coexistencia de fases cristalina y fluida en el momento del tectonismo (Prieri, 1996). La susceptibilidad magnética varía entre 200 y 700x10 – 5 SI. Son característicos los enclaves de rocas metamórficas aplastados según el plano de foliación. Una variedad no foliada se halla en la zona de Los Cerrillos.

Granito biotítico equigranular
Es una roca equigranular de grano medio a grueso, maciza y de color rosado, formada por cuarzo, feldespato potásico, plagioclasa en menor proporción y biotita. Presenta signos de cataclasis, se encuentra formando pequeños cuerpos rodeados por las fases de granito porfírico o tonalítica. Los cuerpos han sido reconocidos en la zona de Los Algarrobitos. Este granito, menos deformado, presenta susceptibilidades magnéticas menores que las rocas anteriores, y varía entre 50 y 200 x10 – 5 SI. Los efectos deformativos se hacen evidentes por la extinción ondulosa del cuarzo y feldespato potásico y la flexuración y orientación de láminas de biotita.

Ortogneis, paragneis, ortoanfibolitas
Son las rocas más viejas del complejo, conforman fajas elongadas con rumbo N – NE, más o menos continuas. También se las observa a manera de tabiques o enclaves dentro de las fases intrusivas tonalítica y granodiorítica.
El paragneis, derivado un protolito pelítico, se presenta como una roca típicamente bandeada de color gris oscuro, formada por moscovita + biotita + cuarzo + feldespato potásico. Una foliación gnésica penetrativa es definida por bandas mineralógicamente diferenciadas de micas y leucosomas cuarzo feldespáticos granoblásticos de grano grueso a medio. El conjunto está plegado apretadamente. Forma reducidos afloramientos y es común como enclave dentro de ortogneises y granitos. La susceptibilidad magnética promedio es de 5 x10 – 5 SI. El ortogneis se distingue por su color grisáceo, grano medio, foliación bien marcada (270/65, 290/ 80, 75/85) y presencia de xenolitos alargados de paragneises. La susceptibilidad magnética no supera los 30 x10 – 5 SI. Su composición varía entre tonalítica y granodiorítica.

Al microscopio se observa abundante cuarzo y plagioclasa, escaso feldespato potásico y biotita, esta última se dispone en finas bandas suborientadas que definen la foliación de la roca. La apatita es un mineral accesorio que se halla como frecuentes cristales subredondeados incluidos en cuarzo, plagioclasa y biotita. Los productos secundarios son epidoto, sericita y moscovita. Enclaves y xenolitos de metagabros, metadioritas son muy comunes en las fases graníticas metaluminosas. Cuerpos relativamente mayores de metadiorita afloran en la sierra de Las Higueritas (64:31:10; 30:28:29), y en la zona de la estancia Virgen del Valle (64:30:37 ; 30:32:41), metadiabasas y ortoanfibolitas.

Relaciones estratigráficas: Se infiere que el contacto oeste del ComplejoÍgneo Ascochinga con otras unidades del basamento, seguiría el lineamiento del río Copacabana y continuaría hacia el sur por la denominada falla Carapé, esta última buzante al este y que cabalga hacia el oeste sobre la Formación El Manzano (Lyons et al., 1997).

Edad y correlaciones: La edad del Complejo Ígneo Ascochinga es interpretada por Lyons et al. (1997) como del Cámbrico inferior, basándose en las dataciones U/Pb sobre circones, provenientes de la Sierra Norte de Córdoba, que dieron un valor de 514 Ma (análisis SHRIMP U/Pb sobre circón, inédito). Esta edad es consistente con las de 512 Ma a 520 Ma de granitos tipo – S. (Rapela et al., 1995; Camacho e Ireland, 1997) cerca de Villa de Soto y de alrededor de 530 Ma para el pico de metamorfismo M1 en las sierras de Córdoba (Camacho e Ireland, 1997). Según Lyons et al. (1997), deformación, metamorfismo y magmatismo definen el ciclo Pampeano en las Sierras Pampeanas.

 

 

Bibliografía

Candiani, J.C., C. Carignano, P. Stuart-Smith, P. Lyons, R. Miró y H. López , 2001. Hoja Geológica 3166-II, Cruz del Eje. Provincias de Córdoba, La Rioja y Catamarca. Instituto de Geología y Recursos Minerales, Servicio Geológico Minero Argentino. Boletín 249: 1-77, Buenos Aires.

Candiani, J.C., P. Stuart-Smith, F. Gaio, C. Carignano, R. Miró y H. López , 2001. Hoja Geológica 3163-I, Jesús María. Provincia de Córdoba. . Instituto de Geología y Recursos Minerales, Servicio Geológico Minero Argentino. Boletín 314: 1-74, Buenos Aires.