FORMACION VACA MAHUIDA
La Formación Vaca Mahuida fue definida por
Uliana (1973) y su perfil tipo se encuentra en el cerro
homónimo al noroeste de la provincia de Rio Negro,
donde la unidad alcanza un espesor de 44 metros.
Wichmann (1928), y Sobral (1942) incluyen a esta
unidad en sus trabajos sobre los lineamientos generales
de la geología de las provincias de La Pampa y
Río Negro. Este último autor se refiere a esta entidad
como “Estratos Post-Rocanenses”. Llambías (1975)
designa informalmente a estas rocas como Formación
Copel. Luego Linares et al. (1980) vuelven a
nominarlas como Vaca Mahuida. Nuñez (1979), reconoce
a esta unidad en la Hoja 31 e “Chical-Có”.
Aflora en el lugar conocido como La Bardita o
Barda Amarilla en las inmediaciones del puesto Los
Morritos, allí los afloramientos no son de buena calidad,
dado que el grado de meteorización del mismo
es elevado, confiriéndole un aspecto poroso y pulverulento.
También está expuesta en la zona entre
Puesto los Pajaritos y Los Ramblones, al noreste del
Salitral La Amarga y al este de Agua del Médano.
Las rocas que se han encontrado en el sector
cercano al Salitral La Amarga son principalmente
grainstones oolíticos de color castaño amarillento
claro.
Algunos de los núcleos de las oolitas están constituidos constituidos
por intraclastos.
Presentan ocasionalmente extraclastos arenosos
de cuarzo y feldespatos (plagioclasa) subangular,
intersticial y en algunos casos como núcleos de
oolitas. Están cementado por calcita esparítica. Se
encuentra infauna de gastrópodos.
Intercalan con areniscas finas castaño amarillentas
de composición predominante feldespática, buena selección, con manchas de óxido. Se disponen
en bancos tabulares con estratificación
entrecruzada sigmoidal.
También se encuentran pelitas calcáreas verdosas
con laminación paralela. El espesor medido en
el Salitral de la Amarga es de 4 metros.
Representa un ambiente marino marginal, de
escasa profundidad, con niveles de energía variable.
Los grainstones oolíticos se vincularían relleno de
canales de marea.
Dentro de la zona
puede observarse que la misma
traslapa sobre un relieve previo labrado sobre términos
de las Formaciones Roca y Loncoche. Por encima en
discordancia erosiva se apoya la Formación El Puente.
Uliana y Camacho (1975), determinan la presencia
de Venericardia (Venericor) sp. Turritela
nov sp. y Iheringiana aff. patagonensis (Desor)
en su localidad tipo. Dado su contenido fosilífero y
sus relaciones estratigráficas a esta unidad se le asigna
la edad Eoceno superior.
FORMACION LA PARVA
Estas rocas fueron observadas por Wichmann
(1928) y Sobral (1942), sin embargo quien le adjudica
rango de Formación fue Enrique Nuñez (1979)
en su descripción de la Hoja 31-e; Chical-Co. Si bien
la Hoja anteriormente citada está aún sin publicar,
se considera que corresponde al desaparecido colega
la autoría de la denominación.
Su principal afloramiento lo constituye el cerrito
La Parva . En las cercanías de Agua de Diaz, semicubierto, aparece
un pequeño montículo que puede asimilarse a esta
unidad con reservas.
Se trata de un basalto de estructura porfírica
poco evidente, con escasos fenocristales de
feldespatos blanco lechoso en una mátrix granosa
fina color gris castaño oscuro, microscópicamente
presenta fenocristales de feldespatos,plagioclasa
cálcica zonada, levemente corroida por la pasta.
Glomérulos de olivina y piroxenos (augita). Su mátriz
es intergranular gruesa formada por tablillas de
labradorita, augita y opacos intersticiales. Algunos
cristales de olivina presentan una incipiente serpentinización y formación de iddingsita en bordes
y fracturas. Abundantes son los cristales de apatita
idiomorfa y los opacos xenomorfos relacionados a
los mafitos y sus procesos de alteración.
Dado su alto grado de diaclasamiento esta roca
presenta la particularidad de partirse en lajas
Intruye a la Formación Roca, presentandose en
su contacto calizas duras y recristalización a causa
del metamorfismo de contacto.
Dataciones realizadas por Nuñez(1979), arrojan
valores de 24±4 Ma, ubicando a la Formación La
Parva en el límite Oligoceno-Mioceno. Dada su
yacencia, su aspecto macroscópico y su edad puede
inferirse que se trata de un neck, centro de emisión
de las volcanitas del Grupo Palauco.
CUENCA DE RÍO GRANDE
En el extremo sur de Mendoza, en el pie de sierra de la
faja plegada y corrida de Malargüe existe un depocentro de
más de 2.000 m de depósitos sinorogénicos, identificado
como cuenca de Río Grande. Estos se extienden
desde las nacientes del río Diamante hasta el río Grande,
y su estratigrafía ha sido establecida por Criado Roqué
(1950), quien reconoció a las Formaciones Agua de la Piedra
y Butaló. Dessanti (1956) estudió unidades equivalentes en la
región extraandina.
La Formación Agua de la Piedra, son depósitos
sinorogénicos pedemontanos, sincrónicos con la actividad
volcánica de la región, que han sido tradicionalmente asignados
al Oligoceno - Mioceno inferior por diversos autores
(Yrigoyen, 1993 a y b, Combina et al., 1994, Polanski, 1964,
1972). Estudios geocronológicos más recientes en las nacientes
del río Diamante realizados por Baldauf et al. (1992, 1997),
Combina et al. (1997), Nullo et al. (1998), han permitido
distinguir dos secuencias diferentes separadas por discordancias
angulares (Stephens et al., 1991 y 1993). La primera
correspondiente a la Formación Agua de la Piedra tendría su
base comprendida entre 14 y 12 Ma, mientras que su techo
estaría limitado entre 10 y 8,8 Ma (Combina et al., 1997 y
Baldauf et al., 1997). La Formación Loma Fiera se asienta en
discordancia angular sobre la anterior y es cubierta en discordancia
por la Formación Río Diamante de Combina et al.
(1993).
La Formación Loma Fiera se puede correlacionar con
la Formación Butaló, que también se deposita en discordancia
angular sobre la Formación Agua de la Piedra entre 10 y 5,5 Ma.
La Formación Loma Fiera representaría depósitos más
proximales que la anterior, asociados al levantamiento del
corrimiento Sosneado (Nullo y Stephens, 1993).
Se podría concluir que este segmento presenta una importante
actividad tectónica y el desarrollo de una cuenca de
antepaís durante el Mioceno medio a superior, culminando en
el Plioceno con la Formación Río Diamante, cuyos depósitos
sinorogénicos están intercalados con volcanitas que permiten
precisar su edad.
En Neuquén su desarrollo es muy escaso en comparación a los de la región
mendocina.
Los principales depocentros cenozoicos entre los 36º y
40º S están comprendidos en la Cordillera del Límite. En este
sector se desarrollan una serie de cuencas extensionales de
intraarco, controladas por estructuras previas de rumbo noroeste,
como las de Cura Mallín, que registran una importante
sedimentación oligocena superior-miocena (Vergara et al.,
1997, a, b y c). Estas cuencas ingresan en territorio argentino
en la fosa de Loncopué, que presenta una orientación similar
a la de Collón Cura (González Díaz y Nullo, 1980). Estas
cuencas han sido interpretadas como de origen trastensional.
FORMACION PUESTO BARROS
Esta entidad es reconocida por Wichmann (1928)
quien le adjudica edad Pliocena correlacionándolas
con las calizas con ostrácodos de Puelén. Sobral
(1942), las denomina “areniscas calcáreas grises”
en su trabajo sobre los lineamientos generales de la
geología del occidente de La Pampa. González Díaz
(1972) le confiere a esta entidad el rango de Formación.
Las rocas de esta unidad, son sólo asomos
discontinuos que se distribuyen por debajo de la barda
constituida por la colada basáltica del Grupo
Palauco, en la zona Puesto Agua de Díaz, cerros
Gato, Rosado, León y Barda Negra.
Está caracterizada por la alternancia de areniscas
tobáceas finas a medianas, color castaño grisáceo
claro. Hacia el techo, en contacto con el basalto,
la coloración se hace más rojiza. Son parcialmente
friables, constituidas por clastos de cuarzo,
feldespatos (más del 35%) y abundantes vitroclastos,
subredondeados a subangulosos. En determinadas
muestras se observa gran cantidad de litoclastos de
caliza. Presenta marcas de raices y procesos edáficos
avanzados (foto 12), que dan como resultado una
cementación calcárea no homogénea. Hay una marcada
una estratofábrica tabular.
El ambiente de depositación de estas
sedimentitas es eminentemente continental,
especificamente una planicie aluvial con procesos
pedogénicos, desarrollada en las cercanías de un
centro volcánico que aporta gran cantidad de
vitroclastos al sedimento.
El contacto con la unidad infrayacente es por
medio de una discordancia erosiva al igual que el
deslinde superior, dado por una discordancia regional
(truncación erosional) que bisela a esta Formación,
razón por la cual los afloramientos en esta zona
están poco preservados.
La edad de la Formación Puesto Barros queda
determinada por su posición estratigráfica, es decir
previa a la depositación del Grupo Palauco, asignándola
de esta manera al Mioceno inferior. Es equivalente
a la Formación Puesto Fortunata.
GRUPO PALAUCO
Groeber (1929) determinó la localidad tipo de
esta unidad en la sierra de Palauco, denominándolo
Palaucolitense o Basalto I (1946).
Posteriormente, Yrigoyen (1972), le asigna el
nombre de Grupo Domuyo y Grupo Palauco al ciclo
plutónico - volcánico que se desarrolla durante el
Mioceno medio. Este complejo volcánico en su localidad
tipo está constituido por basaltos olivínicos,
basandesitas, brechas, aglomerados basálticos y
tobas.
Aparece en el cerro
Cortaderal, Barda Pencosa, cerros El Gato, Rosado, El
Cenizo, la Barda Negra y la Loma Montosa. Como afloramientos
discontinuos aparecen en el cerro El Ramblón,
Loma del Guadal, Bordo Amarillo y Los dos Linderos.
La roca es un basalto del tipo olivínico de grano
grueso, color gris oscuro, con abundantes vesículas
rellenas con calcita. Tiene textura porfírica, en la
que se observan cristales de olivina, plagioclasas del
tipo labradorita ácida, escasos piroxenos y abundante
mineral opaco. Los fenocristales de olivina se
encuentran frecuentemente alterados en iddingsita.
Se apoya discordantemente sobre unidades terciarias
y mesozoicas, tal como ocurre en la zona del
cerrito El Azufre al sudeste del Cortaderal donde lo
hace sobre sedimentitas de la Formación Loncoche.
En las inmediaciones del puesto El Cenizo la superficie
de erosión está labrada sobre términos más jóvenes,
suprayaciendo a la Formación Puesto Barros
está cubierta de igual manera por la Formación El
Puente. Ésta relación es observable en el sector sudoeste
de la Hoja en lo que geomorfológicamente se
denomina “ventanas lávicas convexas”.
La edad quedó definida por las dataciones
radimétricas realizadas por González Díaz (1979) en
el cerro El Ramblón con resultados de 16 ± 5 Ma, en
función de lo cual es posible asignar esta unidad al
Mioceno medio. Es equivalente al Basalto I o
Palaucolitense de Groeber (1946)
FORMACION CORTADERA
Esta unidad fue creada por Holmberg (1973),
para nominar a las “andesitas y dacitas de la región
del cerro Plateado” ubicado en la Hoja Embalse El
Nihuil. Posteriormente Delpino y Bermúdez (1985)
agregan a la misma entidad las rocas incluidas por
Holmberg (op. cit.) en su Formación Zanjón del Plateado,
extendiéndola también a las áreas de los cerros
Chorreado, Pelado y Puntudo. Finalmente
Delpino (1997) incluye también en esta unidad a las
rocas volcánicas similares de la Sierra Chorreada.
Esta entidad tiene un gran desarrollo en la zona del
Embalse El Nihuil llegando a la presente en su margen
noroeste, sólo los extremos de los derrames
lávicos correspondientes al cerro Puntudo.
La litología dominante en el área tipo, está integrada
por rocas extrusivas tales como flujos
piroclásticos, coladas y domos de composición
andesítica y dacítica; rocas hipabisales como brechas
de conducto, diques y domos de similar composición.
Las rocas de la unidad se corresponden con una
asociación magmática calcoalcalina con contenidos
normales de potasio.
La disposición general de las capas es en cada
aparato en forma periclinal, respecto de los centros
emisores de material.
Según Sepúlveda et al (1999), este es un
volcanismo de retroarco, que funcionó durante el Mio-
Plioceno en una posición paralela al arco volcánico de la Cordillera Principal, a aproximadamente 175
km al este del mismo y a 435 km del eje de la Fosa
de Chile.
Se ha observado que están
por encima de las volcanitas e intrusivos del Grupo
Choiyoi en una relación discordante.
En la Hoja adyacente, Embase El Nihuil, esta
entidad está cubierta en discordancia erosiva por las
volcanitas de la Formación Nevado y por la Formación
Chapua.
La edad proviene de considerar la de las unidades
infra y suprayacentes. Así, estas rocas se apoyan
en el área de la Hoja Embalse El Nihuil, sobre
las sedimentitas de la Formación Aisol de edad
miocena media y están a su vez cubiertas por los
conglomerados de la Formación Cajón de Mayo.
Al norte del cerro Plateado las cubren las
volcanitas de la Formación Nevado, que han sido
datadas como Plioceno inferior, quedando por lo tanto
esta unidad restringida al tiempo de duración del
Mioceno superior. Es correlacionable con las rocas
que constituyen las unidades incluidas en la Ciclo
eruptivo Huincanlitense según Groeber (1946).
FORMACION EL ZAINO
La Formación El Zaino fue definida por González
Díaz (1972) quien denomina así a las volcanitas que
afloran en cerro homónimo. Bermudez et. al(1993)
hace una breve referencia a ellas al describir las
relaciones geológicas de los basaltos de retroarco
extraandinos de la provincia de Mendoza.
Constituye un afloramiento único de unos 35 km2
pudiendo observarse la casi totalidad del aparato
volcánico emplazado al sur del Puesto El Peralito
dentro de la Reserva Natural de La Payunia.
Se trata de un evento efusivo mesosilíceo.
Gonzalez Díaz (1972) identifica en esta entidad dos
ciclos, uno más antiguo, al que denomina Miembro
El Zaino y otro posterior, Miembro Chiguas registrados
en el mapa como 13 a y b respectivamente.
Miembro El Zaino: Conforma la parte central
del aparato volcánico, constituido en su base por
gruesos aglomerados de color gris claro, bloques
redondeados con diámetros mayores de 60 cm.
Suprayacen a estos aglomerados lavas de composición
andesítica, con colores que van desde gris claro
a gris muy oscuro, predominando los primeros. Poseé
textura porfirítica con cristales de plagioclasa (del
tipo andesina), hornblenda, óxidos de hierro, zircón y
apatita en una pasta vitrofírica.
Los fenocristales de hornblenda (lamprobolita)
son euhedrales a subhedrales, frescos, de menor tamaño
que las plagioclasas. Se altera a magnetita.
Las plagioclasas presentan tanto estructura zonal
como maclado polisintético, ocasionalmente sus núcleos
se encuentran alterados a sericita. Presenta
gran cantidad de opacos idio y xenomorfos. Todo se
encuentra en una abundante mátrix pilotáxica fina,
formada por microlitos de plagioclasa, mena de hierro
y piroxenos. El tamaño de grano de estas andesitas
hornblendíferas es variable, encontrandose rocas de
grano fino homogéneo hasta lavas de grano grueso
y ásperas al tacto.
Miembro Chiguas: Se diferencia del Miembro
anteriormente descripto por estar constituido exclusivamente
por lavas. Además su tonalidad es más
oscura, gris oscuro hasta gris violáceo. Se trata de
una andesita a basandesita de grano fino y homogéneo,
de textura porfírica donde se destacan los cristales
de piroxenos (augita e hipersteno), ocasionalmente
alterados a óxidos de hierro.
Los fenocristales de plagioclasa son del tipo
labradorita con inclusiones de zircón, piroxenos y
sericita, sus bordes se encuentran muy corroídos.
No se observa su relación con el sustrato dado
que se trata de un afloramiento aislado. Es cubierta
parcialmente por la Formación Chapúa.
No existen hasta el momento dataciones radimétricas
que determinen exactamente su edad. Sin embargo dado
que esta unidad se la encuentra por debajo de los basaltos
pleistocenos puede inferirse una edad pliocena.
Esta entidad es correlacionable con las andesitas
del Huincalitense de Groeber (1946) y con los reducidos
afloramientos de cuerpos lávicos mesosilícicos
reconocidos por Fidalgo en el ámbito de la Hoja 29
c, LLancanelo, en las cercanías del puesto La Cachorra.
FORMACIÓN CHACHAUÉN
Este complejo efusivo fue estudiado por Padula
(1948) y Holmberg (1962), siendo éste último autor
quien denomina a estas volcanitas “Serie del
Chachahuén” realizando en ese trabajo un importante
aporte en cuanto a sus antecedentes.
El Plan Cordillerano (1975) realizó aportes importantes
en cuanto a la litología y geoquímica de la
zona de la Sierra de Chachahuén
Posteriormente, González Díaz (1979) le adjudica
el rango de Formación, identificando en ella tres
miembros de acuerdo a sus características
petrográficas.
Esta unidad alcanza su mayor desarrollo en la
Hoja 3769-IV “Catriel”.
La Formación Chachahúen está constituida por
facies volcánicas lávicas y piroclásticas de composición
general intermedia. González Díaz (1979) identifica
en esta unidad caracteristicas petrográficas
distintivas, Tipo I; II y III; pudiendo diferenciar de
esta manera tres Miembros: Los Choiques,
Intrusiones Hipabisales y Miembro Los Tendidos.
Marconi et. al.(1975) estudiaron estas rocas en
el Programa del Plan Mendoza Cordillerano .
Las andesitas son en general de colores gris oscuro
a castaño rojizo. Su aspecto va desde compacta
a vesicular, cuyos alvéolos pueden estar cubiertos
por calcita. La textura es porfirica, con fenocristales
de plagioclasa del tipo andesina en forma predominante,
en sectores la labradorita constituye la
plagioclasa presente, clinopiroxeno y hornblenda castaña. en una pasta pilotáxica de microlitas de
plagioclasa, piroxenos, hornblenda, opacos y vidrio.
Este último presenta colores desde castaño rojizo
hasta incoloro. Entre los accesorios se encuentra
apatita.
Los basaltos son rocas oscuras, de textura
porfírica con fenocristales de plagioclasa
(labradorita), hornblenda, piroxenos y olivina. Presentan
un grado de alteración bajo casi nulo. La mátriz
esta integrada por microlitas de plagioclasa, clino y
ortopiroxeno y vidrio. Se disponen en diques que atraviesan
las rocas anteriormente citadas, resaltando
en el paisaje por su erosion diferencial
Dentro de las facies volcánicas y
volcanoclásticas que la integran se encuentran aglomerados
brechosos y areniscas volcánicas, de color
castaño rojizo, con clastos de andesitas angulosos
de tamaño variable, todo en una matriz arenosa también
de composición volcánica. La estratofábrica, la
gradación inversa de estas sedimentitas y baja madurez
textural de estas sedimentitas llevan a interpretarlas
como producto de flujos de detritos fango
sostén (debris flow) ocurridos en un ambiente aluvial
asociado a un campo volcánico.
La unidad suprayace en forma discordante al
Grupo Neuquén, relación que se extrapola desde la
Hoja vecina (Catriel). A su vez es cubierta por los
basaltos de la Formación Tromen.
Según dataciones radimétricas realizadas por
González Díaz, (1979) se determina para esta entidad
una edad Pliocena inferior (8,5 ± 1,5 Ma.)
correlacionandola con el denominado Ciclo eruptivo
Huincalitense o Andesita 2 de Groeber (1946).
FORMACION CERRO AZUL
Llambías (1975) y Linares et al. (1980) denominan
Formación Cerro Azul a los fangos arenosos
que afloran en la provincia de La Pampa en sus trabajos
sobre la geologia de la provincia citada. Estas
sedimentitas fueron reconocidas previamente por
Doering (1882), Ameghino (1889), Stappenbeck
(1926, Wichmann (1928), Sobral (1942) y Nuñez
(1976). Este último autor le asigna el nombre de
Formación Chical-Co.
Sus afloramientos se limitan al borde este de la
Hoja en la zona del puesto Valle Hermoso, y en las
inmediaciones de la estancia Chical-Co, razón por la
que Nuñez (1976) le adjudica este nombre.
Se trata de sedimentitas arenosas muy finas a
limoarcillosas, de coloración castaño rojiza sin estructuras
sedimentarias visibles. Le siguen, secuencia arriba,
areniscas conglomerádicas friables con coloraciones
que van desde el gris blanquecino al gris amarillento,
con clastos de riolitas y andesitas en forma predominante.
Luego, al tope de la sección se encuentran conglomerados
con cemento calcáreo de color castaño
grisáseo, blanco cuando están meteorizados con clastos
de rocas volcánicas subredondeados. La resistencia a
la denudación de esta litología preservan de la erosión
a las sedimentitas infrayacentes.
La mala calidad de los afloramientos que además
se encuentran parcialmente cubiertos por los
campos de arena, no permiten determinar, sobre la
base de los datos obtenidos, un ambiente de
depositación confiable.
Se sugiere que la Formación Cerro Azul es producto
de un sistema fluvial del tipo efímero, asociado
a barreales.
Se trata de afloramientos aislados donde no es
posible observar su base. Un asomo de esta entidad
en la zona entre los puestos El 18 y La Belleza permite
determinar que la Formación El Puente se apoya
en discordancia sobre esta formación.
Nuñez (1976) hace referencia al hallazgo de restos
de vertebrados en la zona de Las Torrecillas y
que han sido estudiados en el Museo de La Plata.
Los mismos indicarían una edad pliocena para esta
entidad. Esta unidad se correlaciona con la Formación
Gran Salitral
CUATERNARIO
FORMACION CHAPÚA
Stipanicic (1965), formalizó el nombre de esta
entidad que agrupa a los basaltos pleistocenos que
afloran en el área de la Hoja. Previamente fueron
estudiados por Groeber (1946; 1947) quien los denominó
Basalto III y Basalto IV, que se relacionan
al episodio volcánico Chapualitense inferior y superior,
respectivamente.
Esta unidad ha recibido diferentes nombres locales,
razón por la que Bermúdez et al. (1995) propusieron
denominar a las volcanitas generadas a partir
de este evento eruptivo como Grupo Chapúa.
En este trabajo se optó por denominarla Formación
Chapúa, haciendo la aclaración de que los afloramientos
de esta entidad que se observan en el área,
fueron nombrados como Formación Morado Alto por
González Díaz (1972a).
Esta Formación tiene una gran extensión de afloramientos
en el sector noroeste de la Hoja, constituyendo
la totalidad de los cerros Chacaico, Guadaloso
y Guadaloso Chico, Loma Atravesada, sector norte
del escorial Jagüel del Zorro y bordeando el área sur
y oeste del puesto Adonay Jireh (Ex puesto Cerco
de La Niebla) en la zona de la Reserva Natural de
La Payunia.
En la cercanías del poblado de Agua Escondida
constituye el cerro Agua de Torres, de Díaz, Los
Corrales, cerros El Oscuro, Negro, del Chivo, Cerro
Chato y la meseta donde se ubica el puesto La Media
Luna. Aflora además en el sector sur de la sierra
Porfírica.
Está constituida por basaltos olivínicos gris oscuros
a negro grisáceos, de estructura porfírica poco
visible con abundantes fenocristales pequeños de
feldespatos color blanco lechoso y mafitos en una
mátrix afanítica gris muy oscura. Puede o no presentar
amigdalas rellenas de calcita. Al microscopio
se observa una textura porfírica, con abundantes
fenocristales de olivina, plagioclasa del tipo
labradorita, fresca y escasa, ocasionalmente presenta
fenocristales de augita fresca. Abundante matriz
intergranular formada por tablillas de labradorita,
granos intersticiales de augita y abundantes opacos,
idio y xenomorfos. Los carbonatos se presentan rellenando
cavidades como agregados fibro-radiales.
La olivina presenta distintos grados de alteración.
En las muestras del basalto de Agua de Torres
solo permanecen frescos los núcleos estando el cristal
reemplazado casi totalmente por iddingsita. Idéntica
situación se observa en la zona del puesto Adonay
Jireh (ex Cerco de La Niebla), donde la olivina se
encuentra serpentinizada quedando solo relictos del
mineral original. Constituyen la base de grandes aparatos.
Los frentes de las coladas suelen presentar
un escalón bien marcado, característica por la cual
se le adjudica el nombre de basaltos de meseta. Los
afloramientos en muchas ocasiones aparecen cubiertos
o semicubiertos por sedimentos sueltos.
Esta Formación yace en discordancia sobre las
Formaciones Agua Escondida, Grupo Choiyoi y Formación
El Zaino, y es cubierta de igual manera por
las Formaciones El Portezuelo y El Puente.
Esta entidad es asignada al Pleistoceno de acuerdo
a dataciones radimétricas obtenidas por Gonzalez
Díaz (1979) que dan como resultado edades de 0.8±0.5 Ma.
Es equiparable a los Basaltos Pleistocenos de
Gonzalez Díaz (1979), a la Formación Alto Morado
del mismo autor (1972), al Basalto IV de Groeber
(1946), a la Asociación Volcánica Neopleistocena
de Polanski (1963) y a la Formación Mancha Jarilla
de Delpino (1988).
FORMACIÓN EL PORTEZUELO
Llambías (1966), denominó como “Tobas del
Portezuelo” a las piroclastitas que constituyen las“tobas de explosión” de Groeber (1937). Sobral
(1942) se refiere a ellas como una “toba parda y
rosada”. Es González Díaz (1972a) quien le da a
esta unidad la jerarquía de Formación.
Esta entidad se distribuye en forma anular alrededor
del antiguo domo del volcán Payún-Matrú,
teniendo una amplia distribución en la Hoja Barrancas,
en la zona de la presente hoja solo aflora en el
margen oeste, entre los Escoriales Jagüel del Zorro
y del Castaño. Además lo hacen al sur y oeste del
mismo donde aparecen como facies más distales
emitidas por el antiguo aparato volcánico.
La Formación El Portezuelo está constituida principalmente
por ignimbritas, que en su localidad tipo
presentan un variado grado de soldadura, que van
desde una aglutinación densa hasta prácticamente
friables. Los afloramientos en el sector oeste de Loma
Atravesada son de facies intermedias.
Los colores predominantes son los rosados a
castaño rosado oscuro, la textura es porfírica de grano
muy fino, macroscópicamente no se distinguen
sus componentes.
El análisis microscópico determina una textura
porfiroclástica formada por escasos cristaloclastos
de feldespato, labradorita, escasa augita fresca,
abundantes vitroclastos y litoclastos. Todo en una
mátriz vítrea formada por vidrio café con estructura
de trizas y globulitos, Los opacos xenomorfos son
abundantes. De acuerdo a las características arriba
descriptas se clasifica esta roca como una ignimbrita
basáltica.
En la construcción del puesto Ranquil se utilizaron
bloques de esta Formación, los cuales fueron
extraidos por el propietario de los afloramientos
cercanos, utilizando como única herramienta
un serrucho. Puede verificarse dentro de la vivienda
que son excelentes aislantes térmicos y
acústicos.
Se interpreta que las facies ignimbríticas son
el producto de la acumulación de material que fluyó
en estado semiplástico rellenando un relieve
previo.
Esta unidad se apoya en discordancia sobre la
Formación Chapúa a quien sepulta parcialmente y
es cubierta por la Formación El Puente.
Dada su relación de infrayacencia con respecto a
la Formación El Puente, puede determinarse que su
edad es pleistocena. Sería correlacionable con la
Andesita 3 o Tilhuelitense Superior de Groeber (1946).
FORMACIÓN EL PUENTE
Lo integran una sucesión de delgadas coladas
individuales, que suelen engranar lateralmente y conforman
el evento eruptivo que Groeber (op. cit.)
denominara Puentelitense o Basalto V.
La jerarquía de Formación le fue otorgada por
Stipanicic (1965). Gonzalez Díaz (1972) en el estudio
del área volcánica del Payun Matrú se refiere a
esta unidad como Formación El Mollar, nomenclatura
que mantiene en la realización de la Hoja adyacente
Agua Escondida. Posteriormente (Gonzalez
Diaz, 1979), le asigna a esta unidad el nombre de
Formación El Puente manteniendo la prioridad de
Groeber y de esta manera unifica criterios.
Constituye una parte importante de las coladas
del campo volcánico del Payún-Matrú, extendiéndo
sus derrames lávicos desde el oeste de la Hoja Agua
Escondida y atravesando el departamento de Chical-
Co de la provincia de La Pampa en sentido noroeste-
sudeste.
Está representada por un basalto - olivínico, vesicular
de color gris oscuro, amigdalas rellenas por un material
blancuzco a castaño rosado, la pasta es muy fina a
afanítica donde, como rasgo característico de esta entidad,
aparecen abundantes piroxenos (foto 15).
El olivino aparece frecuentemente como único
fenocristal, es euhedral, en sus márgenes y en menor
medida, en el parting presenta inclusión de minerales
opacos. En orden de importancia le sigue la
plagioclasa, del tipo de labradorita ácida, en cristales
euhedrales a subhedrales, que ocasionalmente presenta
bordes corroídos y escasa inclusiones. La pasta
es de textura intergranular, constituida por
plagioclasas, piroxenos y opacos. Las amigdalas suelen
tener calcita y a veces zeolitas. Los opacos son de forma poligonales y aciculares, estos últimos corresponden
a titanomagnetita (Bertotto, 1997).
Las lavas de esta unidad son del tipo pahoe-hoe
con desarrollo de túmulis y túneles (Bermúdez et
al., 1993). Sobre la ruta provincial 14, en el área
que la misma cruza los afloramientos de la Formación
El Puente son observables túneles a los que se
les ha desmoronado el techo.
En la zona estas coladas se apoyan en discordancia
sobre un relieve prelabrado, cubriendo las
unidades del Permo-Triásico, del Mesozoico,
sedimentitas y volcanitas terciarias y pleistocenas.
Son cubiertas por la Formación Tromen.
González Díaz (1979) mantiene el criterio sustentado
por Groeber (1946), adjudicándole una edad
Holocena a la Formación El Puente.
FORMACIÓN TROMEN
La Formación Tromen representa el último
volcanismo registrado en la Hoja. Fue estudiado por
Groeber (1947), que le diera el nombre de
Tromenlitense. El nombre Basalto Tromen fue acuñado
por Yrigoyen (1972). En su trabajo de La Matancilla,
González Díaz (1979) se refiere a esta unidad como
Formación Tromen
Constituye los Escoriales Jagüel del Castaño y
Jagüel del Zorro, La Buitrera y Punta de la Escoria.
En la Sierra de Chachahuén y sus alrededores se
encuentran rellenando irregularidades del relieve
previo, teniendo como centros de emisíon el cerro
del Guadal, Alto de Escalona, Morado Alto y cerritos
Morado del Medio y Morado del Bajo
Es un basalto compacto, fresco, de estructura
porfírica con escasos y diminutos fenocristales gris
mediano, en una abundante mátrix afanítica gris oscuro
a negro. Presenta abundantes vesículas y amígdalas
rellenas de material carbonático.
Está caracterizado por presentar una textura
porfírica, formada por hasta un 20% de fenocristales,
donde predomina la plagioclasa del tipo labradorita sobre
las olivinas que son de tamaño menor y frescas. La
pasta es intergranular formada por tablillas de labradorita
con augita intersticial y opacos. Las cavidades menores
se encuentran tapizadas por zeolitas.
Bermúdez et al., (1993) determinó que las lavas
de este episodio volcánico son del tipo AA.
La Formación Tromen se apoya en discordancia
sobre las Formaciones Chachahuén, Chapúa, El
Portezuelo y El Puente siendo cubierta por sedimentos
cuaternarios.
Esta unidad corresponde al cuarto ciclo eruptivo
tradicionalmente denominado Tromenlitense, el cual
es asignable al Holoceno, correlacionable con la
Formación Cerro Carbonilla de González Díaz (1979)
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